lunes, 7 de septiembre de 2009

I will survive

Después de mucho, mucho tiempo, parece bueno decir que las cosas no han cambiado mucho. Y eso es sin duda bueno en un momento en el que ya vamos por los cuatro millones de parados. 
Así que el no tener aspiradora es sin duda, un problema menor. 

Y aquí sigo acumulando polvo en todos los rincones de mi casa hasta del punto de pensar en serio montar una ONG de polvo sin fronteras. Aunque para no confundirlo con otra clase de polvo, que hay gente perspicaz en todas partes, igual lo llamo Acaros sin Fronteras (ASF), para promover y repartir a estos bichitos tan entrañables a quien sea que los quiera. 
Ayer me tocaba limpiar pero era tanto el nivel de polvo, pelos y sustancias voladoras en general, que preferí dejarlo todo así, estático para que se vaya acumulando un poquito más y pueda usar paños mojados. La ventaja es que le da un toque rococó a mi casa muy interesante, como si formara parte voluntaria de la decoración. 

Una casa, mejor dicho piso, que pronto va a dejar de ser mía. Porque una de las razones de no poder comprar la aspiradora es pagar cada mes el astronómico alquiler y como el derecho a la vivienda unipersonal en Barcelona no existe, ya he desistido de buscar nada aquí. 
Me iré allende los mares, en un lugar más húmedo y fresco donde no haya polvo. 

Ingreso de hoy; pues la hucha está a cero patatero porque  tuve que coger las monedas para pagar el metro. Éste es el  triste panorama.





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